Aliyah…

Después de tu indudable partida, me siento obligado a sentarme y dejar fluir todo lo que siento en estas palabras. Entraste en mi vida alrededor del 2010, un momento en el que mamá necesitaba una chispa de alegría después de la pérdida de los abuelos. Tu llegada fue como un bálsamo para todos nosotros.

Recuerdo vívidamente el día que te vi por primera vez en aquel refugio de animales. Estabas desaliñada, con el pelaje desordenado y unos ojos que brillaban. Cuando te pusiste de pie con tus dos patas y moviste la cola hacia mamá, supe que te habías ganado un lugar en nuestro hogar.

Al principio eras terca y rebelde. Durante nuestros paseos, solías escaparte en busca de conejos, lo que nos hizo pensar que probablemente habías vivido en el campo y eras hábil cazadora.

Una anécdota curiosa fue aquella tarde en el automóvil cuando pasamos por el autoservicio de McDonald’s. Te emocionaste tanto como si ese lugar te fuera familiar, así que de vez en cuando te llevamos para dar una vuelta por allí.

Desconozco cómo fueron tus primeros 3 años de vida ni cómo llegaste a terminar en un refugio, pero desde el momento en que llegaste, te amamos y te dimos todo el cariño que pudimos ofrecerte.

Por circunstancias de la vida, no pude pasar mucho tiempo a tu lado, ya que me mudé a México. Aunque supe que te quedarías con mamá, después de unos meses, decidieron enviarte a México. Era evidente que echabas de menos mi presencia, ya que entrabas en mi habitación a diario para buscarme.

Siempre estuviste ahí para mí en todo momento, cuidándome y preocupándote por mí. Recuerdo cuando comencé a recaer por mi síndrome y el médico vino a verme; no dejaste que se acercara, mostrándote traviesa, pero era tu manera de protegerme en un momento de vulnerabilidad. Sin embargo, esa vez te alteraste tanto que comenzaste a tener convulsiones.

Nunca supe realmente qué te pasó. Fue tanto tu angustia al verme enfermo, postrado en la cama, que tú misma te viste afectada. Realizamos estudios, te llevamos al veterinario, pero no encontraron razón para tus convulsiones. Por un tiempo, no fuiste la misma. Aunque milagrosamente te recuperaste y las convulsiones no regresaron, empezaron tus problemas renales.

Hicimos todo lo posible, pero tus riñones se debilitaron cada vez más, tus órganos se hicieron frágiles.

Duraste más de lo que pensé que podrías. Viste llegar a Kanino, Bender y Buddie, y los superaste, partieron antes que tú. Siempre pensé que te mostrabas fuerte para mantener unida a la familia, pero lamentablemente no fue así. Cuando noté que ya no eras la misma, que no comías ni bebías, que no podías caminar, me vi obligado a aceptar la realidad.

No había opción. Aunque deseara tenerte conmigo, no era justo para ti. Te costaba vivir y, lo mejor para ti, aunque con un dolor inmenso, era que descansaras.

Tuviste una vida buena y plena. Durante 17 años, aquellos que te conocieron tuvieron el privilegio de conocer a la perrita más dulce del mundo. Enseñaste a los otros perros de la casa cómo ser un perro de verdad.

Gracias por enseñarme la verdadera lealtad y el amor puro. Tu presencia transformó mi vida de maneras inimaginables. Siempre estuviste ahí, en cada momento crucial, siendo mi compañera y guardiana. Eres y serás el corazón latente en mis recuerdos más queridos.

Jamás te olvidaré, Aliyah. A pesar de haberme preparado durante mucho tiempo para tu partida, no tienes idea del dolor que ha causado tu ausencia. Siempre tendrás un lugar especial en mi corazón.

Hasta siempre, mi Aliyah.

DESCONECTA, DESCUBRE…

“Desconéctate para reconectar contigo mismo; en el silencio digital, encontrarás la paz interior y la claridad mental que necesitas para brillar con autenticidad en este mundo conectado.”

Como alguien que inició su carrera en la administración de turismo pero luego cambió hacia la enseñanza del inglés, siempre he estado abierto a nuevas experiencias y caminos inesperados. Sin embargo, fue durante la pandemia cuando me sumergí en el mundo de la psicología y verdaderamente comencé a apreciar la importancia de la salud mental.

Estudiar psicología me abrió los ojos al profundo impacto que nuestra vida digital puede tener en nuestro bienestar mental. Como amante de la tecnología y de las conexiones que esta trae, siempre he sido un usuario activo de las redes sociales. Desde mantenerme en contacto con amigos y familiares hasta compartir mis pensamientos y experiencias, parecía ser una parte integral de mi rutina diaria.

Sin embargo, con el tiempo, comencé a notar cambios sutiles en mi estado de ánimo y emociones. Las constantes notificaciones y la comparación con otros empezaron a pasar factura a mi salud mental. Me encontraba revisando constantemente mi teléfono, buscando validación a través de likes y comentarios, y experimentando ansiedad cuando no podía seguir el ritmo del mundo en línea. Fue una llamada de atención que me hizo cuestionar el impacto de las redes sociales en mi bienestar.

Esta realización me llevó a dar un paso audaz: desactivar mis cuentas de redes sociales de vez en cuando. Al principio, se sintió como desconectarme del mundo que conocía tan bien, pero pronto comencé a notar los efectos positivos que esto tenía en mi salud mental.

  1. Mejora del Enfoque y la Productividad: Sin la constante distracción de las redes sociales, me encontré más concentrado y productivo en mis actividades diarias. Tenía tiempo y espacio mental para dedicarme por completo a mis estudios y otros proyectos personales.
  2. Bienestar Emocional Mejorado: Tomar descansos de las redes sociales me permitió proteger mi bienestar emocional. Ya no estaba expuesto a noticias negativas o comparaciones que pudieran generar estrés y ansiedad.
  3. Conexiones más Profundas: Con las redes sociales fuera de escena, reavivé mi interés en las interacciones cara a cara. Invertí más tiempo en construir conexiones significativas con amigos y familiares, lo que me brindó una sensación de plenitud.
  4. Mayor Autoconocimiento: Alejarme del ruido digital me permitió estar más en sintonía con mis pensamientos y emociones. Comencé a entenderme mejor a mí mismo, lo que llevó a un crecimiento personal y autorreflexión.
  5. Uso Consciente de la Tecnología: Al abrazar el descanso de las redes sociales, aprendí a utilizar la tecnología de manera más consciente. Ahora establezco horarios específicos para interactuar en línea, evitando que tome control de mi vida.

Aunque alejarme de las redes sociales puede parecer desafiante al principio, se ha convertido en un aspecto esencial de mi rutina de autocuidado. Es crucial reconocer que las redes sociales son solo una parte de nuestras vidas y no deben definir nuestro valor o felicidad.

En el mundo digital acelerado de hoy, es fácil quedar atrapado en el reino virtual. Sin embargo, mi viaje con la psicología me ha enseñado que nuestra salud mental es tan valiosa como nuestra salud física, y debemos tomar medidas proactivas para protegerla.

Si te sientes abrumado por las redes sociales o has notado su impacto en tu bienestar, considera tomar un descanso y reconectarte con el mundo que te rodea. Ya sean unas pocas horas, días o incluso semanas, los beneficios de desconectarse pueden ser realmente transformadores.

Recuerda, tú tienes el control de tu vida digital, no al revés. Toma el mando, prioriza tu salud mental y abraza una relación más saludable con la tecnología. El camino para encontrar el equilibrio y la paz interior comienza al tomar decisiones conscientes sobre cómo nos relacionamos con el mundo virtual.

Ríe y vive: El poder de la risa en tu vida…

Imagina que estás en un viaje emocionante en una montaña rusa, donde sientes cómo tu cuerpo se eleva y cae en un vaivén de emociones intensas. La adrenalina corre por tus venas y tu corazón late a toda velocidad mientras experimentas una mezcla de miedo y emoción. Y justo cuando crees que no puedes sentir más intensidad, llega el momento cumbre: la caída libre. Tu cuerpo se desliza hacia abajo a toda velocidad y sientes como si estuvieras flotando en el aire, con una sonrisa que te llega de oreja a oreja en el rostro.  

Pero, ¿sabes qué? Esa misma emoción, esa misma sensación de plenitud y felicidad, la puedes encontrar en la risa. La risa es como una montaña rusa de emociones, donde cada carcajada te eleva a nuevas alturas y te hace sentir vivo y despierto. La risa es como un parque de atracciones para el alma, donde cada risa te lleva a una nueva aventura emocionante.  

Sin embargo, a medida que crecemos, tendemos a olvidar la importancia de la risa en nuestras vidas. Nos abruma la monotonía y el estrés diario, y dejamos de buscar aventuras emocionantes. Pero, ¿por qué no tomar un descanso y disfrutar de una buena carcajada? Al igual que una montaña rusa, la risa libera tensiones y te hace sentir vivo.  

¿Sabías que los niños ríen mucho más que los adultos, con un promedio de 300-400 veces al día en los niños pequeños, mientras que los adultos se ríen aproximadamente 15 veces al día? Para los niños, la vida es una aventura que comienza con la apertura de los ojos, cada momento es una oportunidad para descubrir algo nuevo y cada persona que conocen es un amigo potencial. Pero, a medida que maduramos, nos enfrentamos a la cruda realidad laboral, la presión de pagar facturas y la responsabilidad de tomar decisiones importantes. Las risas que antes nos venían de manera natural, poco a poco van desvaneciéndose, y el estrés y la rutina se apoderan de nuestro día a día.  

¿Cuándo dejamos de reír a carcajadas y nos convertimos en adultos serios y tristes? Tal vez sea difícil precisarlo, pero si tienes entre 20 y 30 años, es posible que estés en el medio de esa transformación. A medida que nos acostumbramos a la monotonía, dejamos de buscar estímulos y nos limitamos a actuar por inercia. Y así, poco a poco, la risa se convierte en un borrador, una simple reminiscencia del pasado.  

Pero, ¿por qué dejar que la vida se vuelva aburrida y sin sentido? ¿Por qué no tomar un respiro y buscar nuevas experiencias? El mundo está lleno de sorpresas y aventuras, y no hay nada que nos impida reír a carcajadas como lo hacíamos de niños. Así que, ¡vamos! Busca algo nuevo y emocionante, algo que te haga reír y te haga sentir vivo de nuevo. Porque la vida es corta, y merece la pena disfrutarla al máximo. 

¿Qué tal si piensas en la risa como un regalo que puedes darte a ti mismo? Al igual que las montañas rusas, la risa puede llevarte a lugares inesperados y emocionantes. Puede liberar tus emociones y hacerte sentir más conectado con los demás. Y lo mejor de todo, la risa es gratis y accesible para todos.  

No tienes que buscar muy lejos para encontrar algo que te haga reír. Puede ser una comedia, una película divertida, un amigo gracioso o incluso un video viral en línea. El truco es estar abierto a la experiencia y permitirte disfrutar de la risa y el humor en tu vida diaria.  

Recuerda que reír no solo te hace sentir bien en el momento, sino que también tiene beneficios a largo plazo para tu salud mental y física. Estudios han demostrado que la risa puede reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo, fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la calidad del sueño.  

Así que la próxima vez que te sientas atrapado en la monotonía de la vida diaria, tómate un momento para buscar algo que te haga reír. Puede ser la chispa que necesitas para volver a encender tu pasión por la vida y recordarte la importancia de disfrutar cada momento al máximo.

El veneno del amor

Las relaciones tóxicas son como una poción venenosa que lentamente se filtra en nuestras venas, provocando dolor y sufrimiento a medida que nos volvemos cada vez más adictos a su poder. Como el veneno, las relaciones tóxicas se caracterizan por un inicio aparentemente inofensivo, pero a medida que se desarrollan, comienzan a afectar nuestra salud emocional y mental.

Las adicciones, por otro lado, son como una telaraña. Comenzamos con una pequeña sensación de placer o satisfacción, y luego nos envolvemos cada vez más en ella, incapaces de escapar. Las adicciones son una respuesta a la necesidad de sentirse bien, pero una vez que estamos atrapados en su tela, nos damos cuenta de que estamos atrapados y es difícil salir de ella.

Entonces, ¿por qué nos volvemos adictos a las relaciones tóxicas? La respuesta es que buscamos la misma satisfacción emocional que encontramos en una adicción. La relación tóxica puede hacernos sentir importantes, amados, deseados y necesitados, incluso si estas emociones son falsas y se desvanecen con el tiempo. Pero una vez que nos hemos envuelto en sus garras, nos damos cuenta de que no podemos escapar sin ayuda externa.

Es como estar atrapado en un laberinto oscuro y lleno de trampas. Mientras caminamos por él, no podemos ver más allá de nuestros miedos y deseos, y nuestras decisiones se vuelven cada vez más impulsivas e imprudentes. Como una adicción, la relación tóxica puede consumirnos por completo, dejándonos vacíos y sin fuerzas para luchar contra ella.

Las relaciones toxicas y las adicciones son como dos caras de la misma moneda. Ambos nos encontramos con una satisfacción emocional momentánea, pero en última instancia, nos llevan a una espiral de sufrimiento y desesperación. La única manera de escapar es buscar ayuda externa, enfrentar nuestros miedos y reconstruir nuestras relaciones con otros desde cero, sin la toxicidad y el veneno que nos llevó a la adicción.

¿POR QUÉ DEBERÍA DEDICAR TIEMPO A LA AUTORREFLEXIÓN?

“La autorreflexión es como un espejo que nos muestra nuestra verdadera imagen”.

¿Qué es la autorreflexión?

La autorreflexión es un proceso de introspección que nos ayuda a mirar hacia adentro y analizar nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. Es una herramienta valiosa para comprender nuestras motivaciones, valores y creencias.

¿Por qué es importante la autorreflexión?

La autorreflexión es importante porque nos permite aprender de nuestras experiencias y mejorar continuamente. Nos ayuda a identificar nuestros puntos fuertes y débiles, a desarrollar una mayor autoconciencia y a tomar decisiones más informadas. También nos permite comprender mejor nuestras emociones y gestionarlas de manera efectiva.

¿Cómo practicar la autorreflexión?

  • Dedica tiempo a la reflexión: Busca un lugar tranquilo donde puedas estar a solas contigo mismo sin distracciones. Dedica un tiempo específico cada día o cada semana para reflexionar.
  • Hazte preguntas: Hazte preguntas que te permitan reflexionar sobre tus pensamientos, emociones y comportamientos. Algunas preguntas pueden incluir: “¿Qué he aprendido hoy?”, “¿Qué me hace feliz?”, “¿Cuáles son mis metas y objetivos?”.
  • Escribe en un diario: Escribir en un diario es una forma efectiva de reflexionar. Te permite organizar tus pensamientos y emociones, y también te permite realizar un seguimiento de tu progreso a lo largo del tiempo.
  • Practica la meditación: La meditación es una práctica que implica tener en el momento presente y prestar atención a tus pensamientos y emociones sin juzgarlos. La meditación puede ayudarte a aumentar tu capacidad de autorreflexión.
  • Busca retroalimentación: Busca retroalimentación de otros para obtener diferentes perspectivas sobre tu comportamiento. Es importante abordar la retroalimentación con una mente abierta y utilizarla de manera constructiva.

La autorreflexión es una herramienta valiosa para la mejora personal. Al dedicar a la reflexión, haz preguntas, escribe en un diario, practica la meditación y busca retroalimentación, puedes aumentar tu autoconciencia y comprender mejor tus pensamientos y emociones. Así que, dedica tiempo a la autorreflexión y observa cómo puede impactar positivamente tu vida.

Por qué probablemente estarás bien…

¿Alguna vez has tenido uno de esos días? Tú sabes de qué estoy hablando. Un día cuando…

  • Llegas tarde al trabajo por la mañana y tienes una reunión importante a la que asistir.
  • Una tormenta de lluvia imprevista te moja completamente en tu camino.
  • Acabas de recibir un correo electrónico del SAT que dice que les debes miles que deben pagarse de inmediato.
  • Recibes un mensaje de texto de tu familiar que dice que tu gato ha vomitado en tres habitaciones de la casa.
  • No puedes encontrar tu teléfono en ninguna parte, lo que, por supuesto, tiene implicaciones para todo en tu vida.
  • Literalmente puedes sentir que tus niveles de estrés aumentan por encima de lo que normalmente son.

¿Alguna vez tuviste un día en el que solo deseaste haberte quedado en casa y hacerte bolita? Claro, que has estado allí. Todos hemos estado ahí.

Desarrollada en el Reino Unido en el siglo XIX por Sir Francis Galton, “regresión a la media” es un concepto en parte arraigado en algo que llamamos distribución normal.

La distribución normal, a menudo llamada curva en forma de campana, es una distribución de probabilidad derivada matemáticamente que caracteriza una proporción extraordinaria de variables en el mundo natural. 

La idea básica de la “regresión a la media” es que cuando se trabaja con variables distribuidas normalmente, debido a que las puntuaciones cercanas a la media son las más altas en probabilidad, generalmente se puede esperar que, en promedio, la mayoría de las puntuaciones en la mayoría de las dimensiones de su mundo sean cerca de la media en esas dimensiones.

Cuando Galton desarrolló la idea de “regresión a la media”, se refería específicamente a las predicciones de puntajes. Básicamente dijo que, en igualdad de condiciones, debe predecir puntajes que tiendan a estar cerca de la media de la variable relevante. Y cuando las cosas no están cerca de la media, podemos esperar que las puntuaciones futuras “retrocedan hacia la media”. Por ejemplo, si dos personas muy altas tienen un hijo, la expectativa, estadísticamente hablando, debería ser que la altura del niño probablemente esté entre la altura de los padres y la altura promedio de la población relevante.

La próxima vez que tengas un mal día, piensa en la regresión a la media. Claro, es posible que hayas llegado tarde al trabajo hoy, pero eso no es típico, y puedes esperar que mañana llegues a tu hora normal. Es posible que sientas niveles muy altos de estrés hoy, pero puedes esperar que tus niveles de estrés disminuyan hacia tu media personal. Y podría estar lloviendo perros y gatos hoy, pero, simplemente basándonos en el concepto de regresión a la media, incluso antes de consultar la aplicación del clima en tu celular, puedes adivinar razonablemente que mañana probablemente habrá rayos de sol para ti.

La regresión a la media es un concepto estadístico real y muy poderoso que puede ser útil para ayudarnos a entendernos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea de maneras positivas y profundas.

La vida no es solamente flores y bombones. Nos encontramos con factores estresantes de todas las formas y tamaños de forma regular. Comprender el concepto de regresión a la media puede ayudar. En promedio, las cosas tienden a gravitar hacia el promedio. Hay una verdad importante sobre la vida justo ahí.

Entonces, si hoy es miserable, por varias razones, piense en la letra clásica del musical de Broadway “Annie”: “El sol saldrá mañana…”

En promedio, solo por casualidad, basado en el poderoso principio estadístico de regresión a la media, Annie probablemente tenga razón. Piénsalo. Y tratar de tener un gran día.

Fuente: Geher, G., Hall, S. (2015). Straightforward Statistics: Understanding the Tools of Research. New York: Oxford University Press.

Pd. Hace tiempo que no me siento a escribir y sacar ideas que hay en mi cabeza. Según mis cuentas mi último texto fue en septiembre del 2021. He escrito desde 2014 y es algo que me ha ayudado entender el mundo que me rodea.  

Septiembre…

Esa noche de septiembre fue el punto más bajo que he tocado. En cuestión de segundos mi mente y mi visión se nublo. Sentía tanta rabia, enojo, tristeza hacia la vida que cuando menos me di cuenta estaba arriba de un puente. Hoy les quiero contar esta historia que dejo una huella en mi. 

Muchos dirán que el suicidio es un acto egoísta porque no pensamos en el daño que nuestra ausencia pueda generar y quizás tengan razón, pero realmente no saben todo lo que uno lucha, todo lo que uno siente como para llegar a decir prefiero dejar de existir. 

Recuerdo que esa noche salí con unos amigos y pasaron cosas que no me agradaron, pero justo eso que paso fue la gota que derramo mi vaso, me salí de dónde estaba. Era ya muy noche y empecé a caminar.  Lloraba mucho durante el trayecto, pero era un llanto sin consuelo. Lo curioso es que ni se porque me puse así hoy en día. Descubrí que tengo una costumbre de ser como una olla exprés y pues esa noche revente. 

Durante el trayecto a pesar de caminar sobre una calle bastante transitada y sobre todo un fin de semana no me tope con ninguna sola persona, es como si la vida en ese momento me dijo hazlo nadie te va detener. Seguí caminando un rato hasta que llegue al pie de las escaleras y me pare, mire a mi alrededor y sin pensarlo me subí. 

Llegue a la mitad el puente, veía como pasaban los carros. Por unos segundos me puse a pensar como serian mis últimos segundos de vida, si iba durar en morirme o si seria de forma instantánea. Digo, estaba a nada de tirarme de un puente y quizás si calculaba bien también ser atropellado, entonces doble sería el efecto. 

Pero fui tan cobarde que no pude, me senté a llorar más sin consuelo. Tome mi celular mande mensajes y hice una llamada. Justo en ese momento se me acerco una persona que salió de la nada, me cuestionó que hacia ahí y me indico que tenia que bajarme. Después de un rato de sacar lo que tenia que sacar, me convenció que tenia que bajar. No se quien eres o donde estés, pero gracias porque si no hubieras llegado quien sabe si al final lo hubiera hecho. 

Al día siguiente retome la terapia que había dejado. Pero esta vez realmente lo hice con empeño porque si la vida me dio otra oportunidad era por alguna razón. Hoy en día a pesar que ya paso un año aun tengo mis bajones, pero ya son más medibles, creo XD. Me he vuelto mas consiente de como me siento y llevo un año que decidí invertirle a mi salud mental. Así que sigo con mi terapia y hace poco inicie un tratamiento medico para encontrar aun mas un equilibrio emocional. 

He escrito artículos desde el 2014, pero por muchos años le he tenido mucho miedo a ser vulnerable ante los demás y escribir cosas realmente profundas como en este caso. Si lo hago hoy en día no es porque quiera su lastima, que me vea con ojos de aww pobrecito o llamar la atención.

Lo hago por dos razones, la primera es para contar mi historia. Ayudar a alguien que este pasando por lo mismo, y decirles que con toda confianza pueden contactarme cuando sea sí necesitan hablar con alguien. La segunda razón es que creo que varios y me incluyo, se nos olvida ser empáticos de vez en cuando y no nos damos cuenta que quizás un mensaje o acción positiva le cambie la vida a alguien, no sabemos qué lucha interna están pasando.

La salud mental es muy importante así que no descuiden esa parte, la depresión y el suicidio son temas muy delicados y siento que ya basta de tabúes y dejar de pensar que van a decir o pensar de uno. 

Los que me conocen saben que algo que siempre he querido es escribir un libro. Pero aun necesito trabajar muchas cosas, próximamente sacare mas artículos con temas delicados así que no se alarmen =p. 

Gracias por leerme, bonito día. 

Arrepentimiento …

Se ha dicho que al final de nuestras vidas, no nos vamos a arrepentir de las cosas que hicimos. Lamentaremos las cosas que no hicimos. A menos que, por supuesto, asesines a alguien, porque si ese es tu caso y si eso es lo que has hecho bien, entonces estas mal porque eso fue algo realmente malo.

Puede que te arrepientas de las cosas que hiciste, pero la mayoría de nosotros lamentaremos las cosas que no hicimos. Incluso ahora todavía no tengo 90 años, pero cuando miro hacia atrás en mi vida, lo que más lamento es haber dejado que el miedo me controle.

Ahora no me malinterpretes. No me quedo despierto por la noche pensando en estos arrepentimientos; “rayos, debería haber hecho esto” “debería haber hecho eso”. Tiendo (la mayor parte del tiempo) a dejar atrás el pasado y seguir adelante.

Pero por el simple hecho de compartir un consejo con alguien. Quizás alguien un poco más joven que yo, alguien que quizás tenga menos problemas de espalda que yo. Si estas en tus 20s, en realidad, ni siquiera me importa. No me importa la edad que tengas. Este consejo es aplicable, pero ciertamente sería genial aprenderlo mientras eres más joven.

Si pudiera volver a una versión más joven de mí mismo, simplemente aumentaría un poquito la cantidad de coraje que tuve porque atravesé de mi adolescencia y la mayoría de mis 20s, deje que el miedo tomará decisiones por mí.

Tenía miedo de publicar artículos más personales porque me preocupaba fallar públicamente. Tenía miedo de buscar trabajos que me desafiaran porque me preocupaba decepcionar a la gente. Y creo que por encima de todos estos miedos estaba mi miedo a salir de mi zona de confort.

Tenía miedo de probar cosas nuevas, de ir al gimnasio, de conocer gente nueva, de probar el yoga. Había todas estas cosas que eran nuevas y aterradoras. Pero tenía mucho miedo de fracasar.

Y lo curioso del miedo es que es muy difícil de ver desde afuera porque somos muy buenos para poner excusas. En lugar de comenzar algo nuevo, nos convencemos de que es mucho más seguro continuar donde estamos. En lugar de salir con esa chica o chico, nos convencemos de todas las razones por las que nunca funcionaría con ellos. 

El mundo del “dating” es complicado y mas cuando dejas que el miedo te controle. Tuve miedo de lo que pudiera pasar. Tenía miedo de los silencios incómodos, creo que sobre todo tenía miedo del rechazo y de ser herido. Y así, en lugar de enfrentar ese miedo, era mejor levantar un muro y pondría excusas de porqué no estaba listo. 

Pero aquí está el gran problema que he encontrado sobre el miedo es que si no lo enfrentas, si no confrontas a estos demonios, se harán cada vez más grandes a medida que pasa el tiempo. Así que una gran lección para mí ha sido no dejar que las cosas no se curen o resuelvan durante un período de tiempo significativo. Y cuando dejamos que el miedo gane, realmente perdemos muchas cosas en la vida.

Creo que el problema que nos hemos encontrado con todos estos escenarios es que no nos permitimos ser principiantes y tener una mentalidad de principiante. Es un poco loco cuando lo piensas porque tenemos que ser principiantes en algún momento, ya sea en citas o yendo al gimnasio, si nos estamos esforzando fuera de nuestra zona de confort, si estamos probando algo nuevo, es lógico que tendremos momentos en los que no tenemos idea de lo que estamos haciendo y debemos aceptar eso.

Necesitamos aceptar el hecho de que no somos perfectos. Cometeremos errores. Tenemos que estar dispuestos a apoyarnos en eso para poder avanzar y crecer. Pero aquí está lo que no hay ningún botón que puedas presión, no existe una píldora mágica que puedas tragar para ayudarte a tener más coraje.

Aunque muchos tragos de tequila no harán daño, pero la verdad es que el coraje actúa frente al miedo. Y entonces tener miedo está bien, está bien tener miedo de estas cosas y preocuparse y preguntarse qué podría pasar y vivir eso sin preocupaciones. Pero realmente, si vas a tener algún miedo, debería ser que no estarás a la altura de tu potencial, que nunca tomarás riesgos y que mirarás hacia atrás en tu vida con arrepentimiento.

Dueles…

Jamás imagine que tu ausencia me dolería tanto. Antes de ti tuve muchas piedras que me dolieron, pero nunca pensé que tu serias una de ellas. Quizás nunca te lo decía, pero siempre solía pensar en el futuro contigo, en lo bonito que seria tenerte siempre a mi lado. Hoy, todo quedo en el pasado y no puedo dejar de pensar en eso. 

No dejo de pensar en lo que fuimos en algún momento y en lo que no hicimos. Se que pudimos hacer mejor. Pero hoy hay una nueva herida y marcas que dejaran tu ausencia. Se que ambos vamos a tener un rasguño de un final así. Mas porque creo que ni tu ni yo lo veníamos venir. No se en que momento cambio todo. Pensaba que el fuego que había entre los dos era capaz de derretir cualquier hielo que saliera.

Me quedo claro que no he aprendido y quizás nunca aprenda, por mas golpes que me de la vida siempre me termino ilusionado como si nunca me hubieran lastimado. Por ser así creo que cada vas tendré mas cicatrices en el corazón que en la piel. Creo que siempre estaré esperando una herida. Incluso si esa seas tu. 

Hoy te pienso y me cuesta recordar lo malo. Quizás el hielo que nos separo congelo todo eso y solo me deja ver lo bueno. Me engaño siempre con la falsa realidad de tu recuerdo. Quizás tengas razón y no nos hacemos bien. Quizás tengas razón que este adiós tubo un motivo y ya no hay vuelta atrás. Al menos no ahora. 

Pero sabes que, dueles un chingo. Dueles como nunca imagine que lo harías. Creo que nunca antes nadie me había dolido tanto y eso que pensé que si. Ojalá tu no sientas lo que yo siento. Te sigo queriendo, siempre te voy a querer así que no quiero que sufras. Se que este final no ha sido fácil para ambos. 

Se que con el tiempo la herida sanara y dejaras de estar tan presente en todo lo que hago o pienso. Es normal que me cueste avanzar ahorita, pero en algún momento se que me voy a lograr parar y seguir nuevamente. Seguiré luchando por ser feliz. Se que hay un mañana esperándome. Hay un nuevo camino que me toca vivir sin ti y estoy seguro que voy a recorrerlo con una sonrisa por muchas cicatrices que acumule mi corazón. 

Despedida…

Lo supe antes que ti. Supe que esto ya se había terminado. Cada vez eran menos los gestos, las miradas eran mas cortas de lo que estaba acostumbrado. Los síntomas de un fin eran mas fuertes, solo era cuestión de tiempo para un adiós definitivo. 

Tarde o temprano llego ese adiós. Esta vez fui yo quien lo pronuncio primero. De mi parte no hizo faltar llorar o lamentar. El adiós fue silencioso porque nisiquiera hubo un beso o abrazo. Solo un inmenso vacío entre los dos. 

Hoy me siento aquí a llenar esta hoja en blanco y llego a la conclusión que no me arrepiento de nada. Quizás tuvimos un final no deseado, confió que ninguno de los dos deseaba un final. Pero como todo en esta vida, cada historia tiene un fin. De todos los fines que hay, nos toco el que menos queríamos. 

Me has enseñado la importancia de no callarme. Quizás si yo me hubiera expresado y decir ciertas cosas, quizás nos hubiésemos entendido mejor. Pero lamentablemente soy como una olla de exprés. Aguanto y aguanto hasta que exploto. 

Por lo menos puedo decir lo que vivimos fue bonito. Eso me llevo conmigo esas buenas experiencias que vivimos juntos. Experiencias que ninguno de los dos pensaba que viviríamos. 

Cenas y besos se volvieron la mejor manera de terminar el día, nuestras manos entrelazadas nos acompaño y hizo de este mundo algo maravilloso.  

Ojalá la vida te de el honor de encontrar a quien que te valore como yo lo hice en su momento. Pero que no meta la pata como yo, porque solo me llevaron a perder lo que un día quise mucho. 

Hoy estamos en caminos separados, pero me da mucha tranquilidad saber que cuando regreso la hoja puedo ver que tuve mucha suerte de haber compartido un tramo del camino contigo. 

#Peace